La explosion de Cadiz en 1947, fue una historia real, y no una leyenda como me gustaria contaros, y es que destruyo Cadiz casi en su totalidad.
Esta historia, os la cuento de una buena fuente como fue mi abuelita "YEYA" la cual me conto que ella cuando ocurrio este tragico suceso, estaba en el cine.
La cual salio como protagonista en un documental que el DIARIO DE CADIZ, saco y entrego al comprar el diario.
El día 18 de agosto del año 1947 explotó un polvorín de la Armada en Cádiz, España.
La magnitud de la explosión fue tal que el fogonazo pudo verse desde el acuartelamiento militar español ubicado en Monte Hacho (Ceuta). Se formó una nube de hongo visible desde toda la Bahía de Cádiz, Huelva y algunos pueblos de Sevilla. El ruido de la explosión fue oído hasta en la propia capital hispalense.
A las diez menos cuarto de la noche del 18 de agosto de 1947, una detonación, provocada por unas 200 toneladas de trinitrotolueno, tiñó el cielo de un rojo intenso sobre la bahía de Cádiz, escuchándose[1] una ensordecedora explosión que segó vidas sin distinción de edad ni sexo y destruyó viviendas de toda condición social.
La onda expansiva arrasó el barrio de San Severiano, la Barriada España, los chalets de Bahía Blanca, el Hogar del Niño Jesús (Casa Cuna), el campo de la Mirandilla, el sanatorio Madre de Dios, los cuarteles y los astilleros de Echevarrieta y Larrinaga, en los que se produjeron explosiones menores. En la Casa Cuna murieron muchos niños y hermanas de la Caridad.
En los edificios de los alrededores fueron sepultadas familias enteras. El centro histórico se salvó gracias a la Puerta de Tierra, muralla que en 1947 disponía de un solo vano, que pudo amortiguar el empuje de la onda y evitar así que los daños y las víctimas fueran mayores.
En un primer momento, las personas del lugar corrieron hacia el cercano muelle creyendo que había volado el guardacostas "Finisterre", atracado con un cargamento de pólvora, pero se comprobó que estaba intacto. Entre la confusión, se corrió la voz por La Carraca de que lo que había volado había sido el crucero Méndez Núñez, hecho que pronto se desmintió.
La explosión había tenido lugar en una zona, entre Cortadura y las murallas de Cádiz, donde la Armada disponía de unos polvorines que contenían unas 1.600 cargas explosivas, minas en su mayoría y cargas de profundidad, pertenecientes a la Guerra Civil. Salvo 491 de ellas que no explosionaron, las restantes reventaron prácticamente al unísono, provocando la mayor catástrofe que se recuerda en Cádiz desde el maremoto de 1755.
Dichas minas y cargas de profundidad llegaron a Cádiz en el año 1943 desde Cartagena y fueron estibadas en dos almacenes próximos entre sí en las instalaciones de la Base de Defensas Submarinas de la Armada. Durante el traslado se observó que el estado de las mismas era preocupante, pues su aspecto exterior evidenciaba un gran deterioro, con pérdida de material y exudación
Para hacer frente a la catástrofe, se envió desde la ciudad vecina de San Fernando un equipo de auxilio en el que figuraba un grupo del Tercio del Sur de Infantería de Marina.
Las fuerzas de la Armada, Ejército, Infantería de Marina y la Guardia Civil, fueron empleadas principalmente en tareas de recuperación de los cuerpos de los fallecidos, rescate y traslado de heridos a los puestos de socorro, desescombro de las ruinas en busca de víctimas, extinción de incendios y protección de las viviendas destruidas o abandonadas para evitar su saqueo.
Argentina envió alimentos para los supervivientes, pero parte de ellos no llegaron a su destino, siendo desviados a otros lugares dentro de España, con objeto de paliar las necesidades de un país aislado internacionalmente
Inicialmente, llegó a correr el rumor de una nueva explosión procedente de otro de los almacenes de minas que no había explotado, cuyo cobertizo y parte de las paredes habían desaparecido por efectos de la onda expansiva, surgiendo además en sus inmediaciones algunos focos de fuego. Un joven teniente de Infantería de Marina, Francisco Aragón Ruiz, para tranquilizar a sus hombres y mostrarles que ya no había peligro, se sentó tranquilamente en una de las minas sin estallar y encendió un cigarrillo con una cerilla que rascó sobre ella.
Las cifras oficiales, probablemente menores a las reales, estiman que hubo unos 150 muertos, entre ellos 25 operarios de astilleros, más de 5000 heridos y en torno a 2000 edificios dañados, de los cuales 500 quedaron completamente destruidos. Algunos edificios representativos de la ciudad, como la Catedral o el Gran Teatro Falla, sufrieron numerosos desperfectos. La zona de extramuros quedó demolida en su casi totalidad.
La versión oficial cuenta que las minas almacenadas en el polvorín no estaban en buenas condiciones de conservación y, a consecuencia del calor, se produjo la primera explosión; también corrió el rumor de que fue un atentado contra la dictadura franquista presente en España en aquella época. Pero ni siquiera las investigaciones más recientes han podido clarificar las verdaderas causas.
Es un hecho que permanece muy vivo aún hoy en el recuerdo de muchos gaditanos. De vez en cuando, gracias a los investigadores y a los propios protagonistas o sus descendientes, se van conociendo nuevos datos y detalles acerca del suceso
Ya tienes una seguidora mas de tu blog, me ha gustado esto de la historia de Cádiz, muy bien expuesta.
ResponderEliminarBesos,
Toñi (la antonia)
Yo también hace 4 días he subido a mi blog un sentido homenaje a las vístimas y sus familias, así como a la generación aquella que se enfrentó a una debastación tremenda y que la marcó para siempre.
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog, ya tienes otra seguidora. Te dejo mi blog por si te apetece echar una miradita:
http://franconetti-aula-abierta.blogspot.com
Cordiales saludos.
Mari Carmen.